Una vez más, ByeFile muestra su cara más solidaria. Esta vez, la empresa líder en destrucción de archivos en soporte papel en Málaga se trasladó al barrio de El Perchel para ofrecer sus servicios de destrucción certificada de documentos de forma totalmente desinteresada al Comedor Santo Domingo. Esta institución, impulsada por la asociación benéfica Patronato Santo Domingo, lleva casi 40 años alimentando a las familias más necesitadas de la capital malagueña. Sin embargo, como explica su actual director, Damián Lampérez, esta organización es “mucho más que un comedor. Nuestra función es un compromiso con la persona y con la dignidad de la persona. Intentamos llevar a cabo un trabajo integral, de 360º”. De esta forma, en el Comedor Santo Domingo de primero siempre se ofrece una segunda oportunidad. Aportando, además de alimento, la atención de trabajadores sociales, una orientadora laboral y una psicóloga.
Hace algunos meses, la organización buscó apoyo en ByeFile para acometer algunas de esas labores que se realizan entre bambalinas, pero que son claves para el buen funcionamiento del comedor. En este caso, acelerar su proceso de digitalización y ponerse al día con el cumplimiento de las leyes de Protección de Datos y la normativa DIN 66399 sobre destrucción de documentos. ByeFile no dudó en acudir en su ayuda ofreciéndoles de forma gratuita sus servicios de destrucción certificada de documentos. Lampérez sonríe mientras habla de esta acción solidaria: “fue una colaboración buena porque dieron muchas facilidades. Trajeron un contenedor aquí al comedor, después vinieron a recogerlo. El trato fue muy bueno y, además, el servicio fue gratuito. ¿Qué más se puede pedir?”.
2) La lucha contra la exclusión social del Comedor Santo Domingo
Las dos plantas que comprenden el Comedor Santo Domingo albergan una actividad frenética durante todo el día. La jornada da el pistoletazo de salida a las ocho de la mañana cuando comienzan a llegar los primeros voluntarios para preparar el turno del desayuno, uno de los momentos clave del día. Aunque las colas empiezan a formarse desde bien temprano, es a las 09:00 cuando se abren las puertas del recinto para que los más de 100 usuarios puedan comenzar a hacer uso de los diferentes servicios que ofrece el centro. “Hay cuatro programas principales. Uno de orientación laboral, un programa de intervención social, un programa de apoyo psicológico y un programa alimentario, que es el que verdaderamente es más conocido”, explica el director del centro. Además, la asociación ofrece formaciones específicas varias veces por semana como por ejemplo, clases de español o de relajación, y también aporta algunas ayudas económicas para fines determinados como pueden ser medicación o acompañamiento médico.
El objetivo de este gran despliegue de medios es ofrecer una solución real y a largo plazo, guiando y dotando de herramientas a aquellas personas en exclusión o riesgo de exclusión para que puedan salir de la situación de dependencia cuanto antes. “Nosotros estamos dispuestos a llegar hasta donde la persona nos permita en ese proceso de reconstrucción e inserción en la comunidad”, aclara Lampérez. El director del centro también resalta la otra cara de la labor de la asociación: ser altavoz de este colectivo ante la sociedad, “estas personas no tienen fuerza por sí mismas, están al margen de la sociedad. En la periferia. Necesitan de instituciones que den voz y hagan presión en la administración para exigir y reivindicar servicios y derechos”.
3) La solidaridad de los donantes, el motor de Comedor Santo Domingo
Para poder llevar a cabo este completo programa, la asociación cuenta con 10 trabajadores en plantilla, 2 externos y más de 80 voluntarios, que se organizan por turnos para conseguir maximizar el tiempo y los recursos disponibles. Algo muy necesario siempre, pero en especial los últimos meses que han estado marcados por la inestabilidad económica, la inflación y el alto coste de la vivienda. Aunque son muchas las variables que llevan a una persona a demandar los servicios del Comedor Santo Domingo, Lampérez reconoce que, inevitablemente, “cuando viene una situación de crisis como el escenario que se está planteando, hay un grupo de personas que no está en exclusión, pero sí al filo, y estas son las primeras que lo sienten”. Para la asociación esto se traduce en un aumento de usuarios y, por lo tanto, en una mayor necesidad de fondos.
“Aproximadamente el 50% de nuestros ingresos anuales son las cuotas de los socios y las donaciones”, explica Lampérez. Desde la asociación se intenta dar facilidades para que cada persona que se anime a donar pueda hacerlo cómodamente a través de la página web. El director de la asociación explica que “cualquiera puede ser socio. No hay una cantidad fija, ni siquiera una periodicidad concreta. Se puede hacer socio y pagar una cuota anual, trimestral, mensual…Hay muchas modalidades y con el importe que cada persona pueda o quiera”. Además, la organización acepta donaciones puntuales por parte de particulares, empresas y asociaciones. También cualquier tipo de acción solidaria que les ayude a alcanzar sus objetivos. Como por ejemplo, el servicio de destrucción de archivos en soporte papel prestado por ByeFile hace unos meses que les acerca a su meta de digitalización y correcto cumplimiento de la legislación de Protección de Datos y la normativa DIN 66399 sobre destrucción de documentos.
La otra mitad de la financiación depende de las subvenciones de la Administración Pública. Entre ellas, un convenio nominativo con el Ayuntamiento de Málaga y una subvención de concurrencia competitiva con la Junta de Andalucía. No obstante, Lampérez insiste en la importancia de las donaciones como pilar principal del Comedor Santo Domingo: “esta institución ya tiene 40 años y es verdad que hay una parte de los socios que van envejeciendo y desapareciendo. Necesitamos renovar los socios y buscar donantes porque, desgraciadamente, sin ese dinero no podríamos salir adelante”.
4) Normativa DIN 66399 sobre destrucción de documentos y protección de datos para proteger la dignidad humana
El compromiso de la Asociación Benéfica Patronato Santo Domingo con la dignidad de los colectivos más vulnerables no deja ningún cabo suelto. Para ellos, la legislación en protección de datos y la normativa DIN 66399 sobre destrucción de documentos no son solo leyes a cumplir, sino también una forma de asegurar el derecho a la intimidad de estas personas. “Aquí trabajamos con temas muy sensibles. Desde los ingresos que tiene una familia, los gastos, toda su economía… También en las entrevistas que hacen las trabajadoras sociales y las psicólogas se tratan temas muy delicados. Por lo que, para nosotros es fundamental la protección de datos y la destrucción de archivos en soporte papel”, explica el director del centro.
Muchos de los documentos que emplean en la asociación benéfica Patronato Santo Domingo se encuentran en soporte papel, y es ahí donde entra en juego la destrucción certificada de documentos de ByeFile. Este servicio asegura una destrucción de archivos en soporte papel segura y con garantías, además del cumplimiento de la normativa DIN 66399 sobre destrucción de documentos, un aspecto clave para la organización. A lo largo de esta entrevista, Lampérez reitera palabras de agradecimiento hacia ByeFile. “Desde aquí agradecer a ByeFile el servicio de destrucción certificada de documentos que nos prestó, para nosotros es totalmente fundamental en nuestro trabajo y, además, que lo ofrezcan altruistamente es una maravilla. Simplemente dar las gracias, esa sería la palabra, gracias”.
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